ISOCLEAN® reliability
¿Qué hay realmente en juego cuando falla el equipo hidráulico?
Si está enfocado en maximizar el rendimiento de su operación, usted sabe que usar lubricantes limpios y seguir prácticas adecuadas de almacenamiento y manejo de lubricantes es la mejor manera de maximizar la vida útil del equipo. Pero entre las presiones de los líderes empresariales para hacer más con menos y su propia lista interminable de tareas por realizar y objetivos por cumplir, no siempre es fácil identificar el camino correcto a seguir, y mucho menos seguirlo. Su negocio es complejo, pero obtener más de su equipo hidráulico no tiene por qué serlo. Las decisiones sobre lubricantes que tome hoy tienen un efecto directo no solo en la vida útil y la confiabilidad de su equipo, sino también en el resultado final de su negocio, su reputación y su éxito a largo plazo.
Identificar la fuente
Suciedad. Mugre. Residuos. Como sea que la llame, la contaminación por partículas puede significar un desastre para los sistemas hidráulicos. Se estima que el 82 % del desgaste es inducido por partículas, y el desgaste por abrasión representa dos tercios de esa cifra. Se reduce a las estrechas distancias de funcionamiento entre las piezas hidráulicas. Incluso un pequeño número de partículas invisibles a simple vista pueden afectar la integridad de una máquina hasta que finalmente se descompone.
El efecto bola de nieve
La interacción precisa de los componentes de la maquinaria hidráulica significa que múltiples partes tienen que operar en conjunto sin problemas para obtener el mejor rendimiento. Entonces, cuando parte del sistema tiene problemas o fallas, toda la máquina también los tiene. Pero el costo va mucho más allá de las piezas y la mano de obra. En industrias altamente competitivas como la construcción y la minería, la falla del equipo puede crear una desventaja de la que puede ser imposible recuperarse.
Hay más en juego que una sola pieza del equipo
Cuando las máquinas se dejan de lado por una avería, comienza una reacción en cadena en todo el negocio.
La solución es la prevención
El control de la contaminación comienza con un lubricante certificado que cumple con las especificaciones de limpieza ISO de los OEM, el sistema de codificación estandarizado utilizado para medir la contaminación por partículas. Comenzar de cero es la mejor manera de proteger su equipo, la reputación de su empresa y sus resultados. Solo los lubricantes certificados Chevron ISOCLEAN® se entregan con las especificaciones exactas de limpieza ISO, maximizando la confiabilidad del equipo y el tiempo de funcionamiento junto con su propia tranquilidad.