Soluciones simples para cumplir con las especificaciones de limpieza de aceite del fabricante del equipo. Parte 1: Comenzar limpio

Esta es la primera de una serie de tres partes sobre las fases de un programa efectivo de mantenimiento de lubricante: Comenzar limpio, Monitorear y Mantenerse limpio.   

La contaminación por partículas es la causa número uno de fallas del equipo relacionadas al lubricante. Partículas de polvo, humedad, barniz y gases son los principales ejemplos de contaminación que, si se dejan en niveles descontrolados y poco seguros, pueden causar daños a las partes del equipo que el lubricante busca proteger. Estos contaminantes también pueden reducir el desempeño del lubricante y muchas veces acortan la vida del mismo. Desde los equipos móviles en construcción y de recolección de desechos hasta el equipo fijo en una fábrica y plantas generadoras de energía, cualquier compañía que depende de las operaciones confiables de equipos de trabajo pesado necesita un método sistemático para mantener la limpieza del lubricante en los niveles especificados por el fabricante del equipo.   

Primero, empiece con una línea base de evaluaciones de limpieza del nuevo aceite en su instalación. Esto implica trabajar con su proveedor de lubricante y realizar evaluaciones en sus instalaciones. Extraiga muestras de su almacén de aceite y téngalas analizadas por un laboratorio de análisis de aceite. Asegúrese de incluir el análisis de conteo de partículas (ISO 4406-99). También puede tener un análisis visual sencillo desarrollado por un ingeniero en el campo de los lubricantes a través de un análisis de parche.   

Una vez conoce la línea base de limpieza del nuevo aceite almacenado en su instalación, investigue los requerimientos de limpieza de aceite del fabricante de su equipo, y compare. Armado con esta información, puede establecer un nivel estándar de limpieza con su proveedor de lubricante para los nuevos aceites enviados a su instalación. Si cuenta con múltiples tipos de equipo, es recomendable enfocarse en el equipo y/o componente con el nivel de limpieza más bajo y use esto como su objetivo de limpieza. Previo al establecimiento de su nivel de limpieza objetivo para cada lubricante, es extremadamente importante consultar con el fabricante de su equipo para asegurarse que cada producto pueda manejar el nivel de filtración requerido, con el fin de cumplir con el nivel de limpieza objetivo.   

Con esta investigación inicial hecha, la evaluación en sitio debería incluir la revisión de varias áreas para asegurarse que está “iniciando verdaderamente limpio”.  

Observe el manejo de lubricantes y prácticas de almacenaje. Mire el proceso que tiene para transferir aceite dentro de su equipo y busque modos de mitigar el riesgo de contaminación en cualquier paso del proceso.  

• Evalúe la vulnerabilidad de contaminación por aire. Un aspecto importante para tomar en cuenta es el manejo del aire y los respiraderos que controlan el flujo de aire dentro y fuera de los tanques de aceite. Un respiradero de buena calidad será capaz de filtrar aire debajo de las tres micras de partículas, más o menos, que es un objetivo apropiado para comenzar para el manejo del aire. 
• Revise las entradas de carga de aceite. ¿Cuenta con tapas convencionales en sus tanques de aceite? Reemplace con tapas de sello más fuertes, tales como tapas de presión preventivas. Considere usar cerraduras para las conexiones selladas cuando el nuevo aceite sea vaciado dentro del tanque de almacenamiento, en lugar de simplemente pegar una boquilla en la entrada. También es una buena práctica tener un segundo filtro en el punto de entrega, usualmente un filtro en línea, justo detrás de la entrada de llenado. No querrá depender de un segundo filtro para cumplir sus objetivos de limpieza, pero es un modo efectivo de mitigar la contaminación que puede haber ocurrido durante el proceso de transferencia o de una posible falla en la bomba.  
• Examine las condiciones de los tanques de almacenamiento de aceite. Si hay herrumbre en la parte superior dentro del tanque, el tanque deberá ser reemplazado. Si están presentes niveles inaceptables de contaminación, la mejor opción es tener el tanque limpio o reemplazarlo. Si esto no es una opción, la siguiente alternativa es comenzar simplemente llenando el tanque con el aceite que cumpla sus objetivos de limpieza, y a lo largo del tiempo la contaminación puede reducirse a niveles aceptables.  

Con todo lo dicho, la clave para empezar limpio es asegurarse que su vendedor esté enviando los lubricantes certificados que cumplan con las especificaciones de limpieza de los fabricantes de su equipo. Confiar en la filtración en su instalación para cumplir con los objetivos de limpieza puede ser muy caro, intensivo y puede incrementar los riesgos de daño del lubricante por “sobrefiltración”. Es más efectivo empezar con un producto que cumpla en primer lugar con sus objetivos y que esté respaldado por el fabricante del lubricante. Los nuevos Lubricantes Certificados ISOCLEAN® de Chevron son una solución sencilla para empezar limpio. De ahí, es cuestión de manejo de sus procesos que los lubricantes se mantengan dentro de sus objetivos de limpieza. En los siguientes dos artículos, abordaremos cómo sustentar un programa de limpieza una vez los aspectos básicos están en su lugar.